HABLANDO CLARO… QUE A VECES HASTA CONVIENE, PORQUE OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES (2ª parte)
Por Alfonso González, médico de familia
Hablábamos de apostolado, o sea del amor a Dios manifestado en la vida, o de otra forma de decirlo: esa manía que tienen algunos locos del Amor de Dios de hacer dichosos a los demás. Porque no nos engañemos, el apostolado es mostrar el Camino, la Verdad y la Vida, que es el Señor, lo único que puede llenar el corazón del hombre en la tierra y conducirlo al Cielo.
Benditos locos aquellos doce apóstoles que olvidándose de sí mismos se lanzaron sin nada en busca de la conquista del mundo para el Señor … Nunca deben dejar de sonar las palabras del Señor, “he venido para traer fuego al mundo y ojalá estuviese ya ardiendo”.
Y aquí llega otro de los grandes escándalos de los apostolados actuales que no es otro que esa frase tan manida como llena de egoísmo que dice algo así como “es que tengo que vivir mi vida, y preocuparme de mis cosas”. Queremos inventar un cristianismo sin Cristo, “Heme aquí que vengo a hacer tu voluntad” que dice el Señor… “No sabíais que tenía que estar en los asuntos de mi Padre”. “ Si es posible pase de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya”…, y vemos que los apóstoles, corazones enamorados, se lanzaron a conquistar el mundo olvidándose de sí mismos, pero confiando en el Señor, claro, y perdiendo su vida…, porque el que pierde la vida por el Señor la encuentra… Pero en el siglo XXI tenemos nuestras cosas; si esas cosas le gustan a Dios, o son su voluntad, genial, pero si no, pues que Dios “se busque la vida, que es su problema”…, que como en el mejor de los casos no hago nada malo, ya Dios puede estar contento…, y lo malo es que a lo mejor llegamos a creerlo.
“Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”… ¿De verdad podemos creer que Dios puede estar contento con no hacer nada malo?
Hace unos años, un antiguo compañero de fatigas me comentaba que queremos un cristianismo sin Cristo, o por mejor decir, en el que Cristo no incomode nuestra vida... Pero eso podría llamarse tranquilamente un “paganismo práctico”.
Supongo que a lo largo de la Historia de la humanidad ha pasado, pero ahora más que nunca estamos empeñados en reescribir la historia, para que diga lo que a mí me apetece…, y si es imposible, cambiamos el significado de las palabras… El caso es intentar convencerme para que, haciendo mi voluntad, sea a la vez la de Dios…, sea como sea. Y seguramente es una de las grandes tragedias del mundo actual: vivir en la perenne contradicción de las ideas, en donde todo vale…, pero como es imposible mezclar la luz y las tinieblas, el agua y el aceite, pues el resultado suelen ser unas vidas desquiciadas y que llegan a desquiciar a todos con los que se acercan.
Dios que es el Camino, la Verdad y la Vida nos habla claro y sencillo…, todo el mundo lo entiende y nos queda lo que nos decían nuestros padres sobre las lentejas…”si quieres las coges, y si no las dejas”, pero no seamos tan diabólicos de falsificar las enseñanzas del Señor, y mucho menos querer corregirle, que creo que sabía lo que quería decir, y me parece que es bastante más sabio que nosotros.
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