miércoles, 18 de noviembre de 2015

¿Por qué yo no? Nº 12: La perfecta alegría, San Francisco de Asís.


Nº 12 por Mª Paz Utiel.

LA PERFECTA ALEGRÍA, SAN FRANCISCO DE ASÍS

“Era invierno y Francisco con su amigo, el hermano León, hablaba de Dios por el sendero.

-¿Sabes qué es la perfecta alegría y en qué cosa yo sabría que conozco a Jesucristo?

El hermano León, lleno de asombro, le preguntó:

-Padre, te pido que me digas en que está la alegría perfecta.

Y San Francisco le respondió:

-Aunque todos los maestros, los sabios y los doctores, los prelados y señores lleven el hábito nuestro; aunque los reyes, los nobles, los ricos y los pastores se incorporen a la Orden y su número sea enorme, escucha, León, y escribe, que no es esta la alegría que sólo brota en la vida de Jesús que nos recibe.


Aunque frailes predicando conviertan a los infieles y por ellos Dios hiciere gran cantidad de milagros; aunque todos fueran santos y expulsaran mil demonios y tuvieran los tesoros de la ciencia entre sus manos, escribe, León, y escucha que no es perfecta alegría la que no está en armonía con Jesucristo y sus luchas.

Si una noche en crudo invierno regresamos al convento, muertos de frío y hambrientos, deseando el calor del fuego, y si al abrirnos el portero no nos conoce y nos echa a la intemperie que acecha en medio del aguacero, si nos ve tan pordioseros que no oculta su desprecio y aunque le muestre mi aprecio me trata como un grosero, te digo, León, y escribe que la alegría perfecta es tener la puerta abierta del corazón que recibe.

Si no pierdo la paciencia ni me quedo perturbado, si en Jesús flagelado soporto toda inclemencia; si con Él crucificado bendigo al que me maldice, perdono al que me persigue y me quedo anonadado; si al mal respondo tranquilo aunque sea maltratado y en Jesús resucitado tengo el tesoro escondido, es ésta, León, escribe, la alegría que no pasa porque edifica su casa sobre la roca que vive.”


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