Nº
1 por Leticia Segovia, madre de familia.
“También en
los pucheros anda el Señor”, decía Santa Teresa.
En esta sección presentaremos, a modo de curiosidad,
diversos platos que han tenido alguna relación histórica con la religión
cristiana.
Comenzamos en este mes de octubre, con las Yemas de
Santa Teresa.
YEMAS DE SANTA TERESA
El nombre de Yemas de Santa Teresa es debido a que
Ávila es una ciudad convento, donde se respira un aire teresiano en todas las
esquinas.
Historia
Las Yemas poseen un origen Árabe. Existen varias teorías acerca del comienzo
de la fabricación de las Yemas de la ciudad de Ávila. Algunos dicen que es un
producto de origen monacal, elaborado por las monjas, antes de la Reforma
Carmelitana, que adquieren popularidad durante la vida de Santa Teresa de
Jesús. Posteriormente la fórmula se consolidó en las pastelerías de la ciudad
de Ávila y de forma tradicional, artesana y secreta, se fue transmitiendo de
padres a hijos.
Por el contrario, han dicho en varias pastelerías,
que este origen es incorrecto, pues las Yemas, comienzan a fabricarse en las
pastelerías.
Según algunas fuentes comenzaron a fabricarse hace
130 años por Don Isabelo Sánchez, dueño de una de las pastelerías de Ávila que
aún existe y que corresponde a las hoy denominadas Yemas de Santa Teresa. Esta tradición artesana,
ha sido un secreto transmitido boca a boca, de padres a hijos y ha permitido la
elaboración de forma idéntica a lo largo de los años.
Bibliografía
www.catholic.net
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