Por Paloma Niño e Irene Martínez para la revista Alegraos
Ante la cercana canonización
de los papas beatos Juan XXIII y Juan Pablo II, la revista Alegraos que dirige
el movimiento de Católicos en Acción de Madrid dedica uno de sus números a este
gran acontecimiento para la iglesia universal. Será el papa Francisco el que
canonizará a sus predecesores el día 27 de abril, que coincide con el domingo
de la Divina Misericordia. Para
hablarnos especialmente de uno de los dos beatos, el papa Juan Pablo II, nos
acompaña hoy Paloma Gómez Borrero.
Fue durante muchos años y hasta 1983 corresponsal
de TVE en Italia y el Vaticano, siendo así la primera mujer corresponsal en el
extranjero de la televisión nacional. Hasta junio del año 2012 ha sido
corresponsal de la cadena COPE desde Roma Vaticano poniendo los comentarios de
todos los eventos religiosos de la Iglesia Católica que retransmitía cadena
COPE desde Italia. Desde esa fecha continúa haciendo colaboraciones con la
cadena COPE y también con 13 TV. además de muchísima más experiencia como
corresponsal para otros países, Paloma tiene un amplio conocimiento de la santa
sede y acompañó a Juan Pablo II en sus 104 viajes, 5 de ellos a España,
visitando 160 países unas 36 veces la vuelta al mundo en kilómetros recorridos.
Siguió acompañando también como corresponsal todo el pontificado del papa
Benedicto XVI y actualmente con el Papa Francisco realiza esas colaboraciones
en España y también otros países.
Paloma Gómez Borrero
gracias por atendernos.
Nada, encantada.
1.
¿Cuántos
pontificados has cubierto como corresponsal en el Vaticano en tu carrera
periodística?
El final de Pablo VI para
TVE junto con después el de Juan Pablo I durante 33 días, Juan Pablo II con TVE
los primeros años y con COPE los 27 años y medio del pontificado de Juan Pablo
II y luego todo el pontificado de Benedicto XVI y ahora con el papa Francisco
pues lo sigo porque tengo muchísimas colaboraciones en las que actualmente el
papa Francisco es el protagonista.
2.
Aunque
seguro que cada uno de ellos es especial por muchas cosas, ¿podrías decir
alguno en especial que te haya impresionado más?
A mí personalmente me ha
impresionado muchísimo, queriéndolo enormemente a Juan Pablo II, porque tú le
sigues 27 años y medio y te das cuenta desde el primer momento que estás
siguiendo a un santo, pues yo creo que el valor y la coherencia y la humildad
de Benedicto XVI hace que cada vez le admire más.
3.
Para
entrar ya en el tema por el que hemos contactado contigo que es el de las
canonizaciones próximas del 27 de abril tanto del papa Juan XXIII como del papa
Juan Pablo II, en una palabra ¿cómo definirías a cada uno?
De Juan Pablo II ha creído
en los jóvenes que ha inventado esas jornadas de la Juventud, que ha creído y
que conoce la importancia de la familia y crea los encuentros mundiales de la
familia. Un papa viajero, un experto en humanidad, un político de Dios.
De Juan XXIII le he
conocido solamente de sus escritos y de las cosas que escuchas y lees pero sin
duda solamente el haber emprendido una tarea tan necesaria, tan difícil y tan
en principio llena de incógnitas como lo es un concilio se ha demostrado algo verdaderamente
grandioso pues Juan XXIII es el papa del Concilio Vaticano II.
4.
Unas
palabras también sobre sus pontificados. Ya no tanto sobre la persona de los
papas como de sus pontificados.
Juan XXIII parecía que iba
a ser de transición, mayor, tranquilo y la verdad es que emprende esta tarea
que sí la inicia él y la termina Pablo VI pero digamos que proféticamente la
idea es de Juan XXIII tan diplomático, en un momento tan difícil cuando estaba
Crusoft, kenedy en el gobierno, las dos superpotencias, un diplomático que
conocía muy bien el este.
De Juan Pablo II en los
104 viajes vas conociendo más y más porque nunca han sido viajes de turismo,
más bien viajes de descubrir las necesidades, la explotación del hombre, donde
se le pisotean sus derechos, donde hay muchísima hambre,… entonces es la voz de
los que no la tienen.
5.
Si
nos puedes contar como fue tu primer contacto con el beato Juan Pablo II,
cuándo y cómo le conociste, las primeras impresiones…
Le conocí cuando salió al
balcón de la logia, después de anunciar su nombre el cardenal protodiácono, yo
no había oído nunca al cardenal Karol Wotyla, tengo que reconocerlo. Lo que
pasa es que nos recibió a los periodistas a los pocos días y se acercó al grupo
en el que estaba yo y pudimos hablar y yo le dije: “santidad, ¿habla español?” “no
pero lo he prometido aprender a los cardenales españoles”, y le dije: “una
bendición para España” y no lo olvidaré nunca porque me contestó “para España
todo”. Y luego le he visto en los viajes en todas las ceremonias que se reía él
mismo y me veía y un día me llamó Paloma.
6.
A
partir de ese momento comenzó para ti una aventura emocionante y empezaste a
acompañar a Juan Pablo II en sus 104 viajes.
Sí, pero no fueron solo
los 104 viajes también las audiencias, las ceremonias, le seguí como montañero
polaco con toda su fuerza y su energía de un papa joven. Ver cómo después del
atentado se iba deteriorando su salud, cómo iba siendo un calvario su vida, un
manojo de dolores, le iba siguiendo y le ibas admirando porque era una fuerza
de voluntad simplemente para intentar hablar al final de su vida, que perdió hasta
su voz. Le veías cómo sufría y luego pues cuando tuve ese privilegio que
permitió acercarme hasta donde estaba su cadáver en la sala Clementina, verle
tan cerquita, ver todo lo que había sufrido, todo lo que se había acercado a la
Iglesia y entonces ese fue mi adiós al papa. Pensar que hoy, ojalá espero poder
seguir su canonización y escuchar oficialmente al papa Francisco que lo declara
santo pues será un momento muy emocionante.
7.
De
todos los momentos vividos con Juan Pablo II, cuéntenos una anécdota que puedas
destacar, que más te haya gustado.
Aquel hombre, aquel
campesino de Colombia que le han hecho un discurso de bienvenida al papa muy
protocolario y cómo les están explotando los hombres del narcotráfico, les queman sus casas,
sus campos, les arrasan todo porque si no cultivan la coca han matado a los
sacerdotes que defienden sus derechos y empieza a desgranar todo ese dolor y
todo ese drama y le deben advertir cuidado que puede haber represalias y deja
ese momento y se pone otra vez a leer el discurso oficial y fue una sorpresa
para todos cuando el papa antes de hablar dijo: “no hablo sin antes de escuchar
lo que a este Señor no le habéis dejado decir” y le mandó llamar y estuvo
hablando con él.
8.
¿Y
de todos esos viajes cuál destacarías?
Todos tienen algo. Personalmente los de España me
emocionan más porque viene a España. El primero cuando llega con esa explosión
de alegría, y el marcharse de España en su último viaje cuando ya sabe que se
despide de nosotros para siempre. Estaba ya muy mal, efectivamente poco tiempo
después muere. España para mí es importante pero creo que todos, que
absolutamente todos, los 104 viajes incluso aquellos que nos parecían que no
iba a haber noticias o que eran muy locales y sin embargo había siempre algo
que destacar y algo que realmente marcaba ese viaje, hasta Georgia o cuando
íbamos a los Países Bálticos, ha habido momentos muy bonitos, muy emocionantes
y sobre todo que en cada viaje había una gran noticia.
9.
Por
ejemplo en algunos países que visitaba Juan Pablo II que estaban en situaciones
de guerra, ¿cómo era siempre su mensaje de paz para los que estaban allí?
Su mensaje de paz lo
resumía en dos frases: la guerra es una espiral sin retorno, es una derrota de
la humanidad. Ahí te dice ya todo, la búsqueda de la paz porque la paz es el
bien más preciado. Fue a Asís a implorar la paz cuando la guerra de los
Balcanes y la verdad es que la paz fue a recordar lo que es el horror de una
guerra y se fue a Hiroshima a recordar la bomba atómica y lo que podía ser una
guerra nuclear. Era un Papa, en eso
todos, que si se puede decir luchar por la paz, luchaba denodadamente por la
paz.
10. Cuando visitó Japón en ese país de
minoría católica creo que tuvo un discurso con muchas repercusiones allí.
El discurso en Hiroshima
en el lugar donde cayó la bomba atómica fue un discurso de la paz, de lo que
significaba la paz, tan bonito que creo que lo han reproducido varias veces en
el propio Japón. Habló en tres idiomas, empezó hablando japonés y terminó
hablando japonés, pero le oímos por primera vez en ruso, en chino. Lo dividió
en lenguas y fue verdaderamente un discurso de antología de la paz.
11. ¿Cuántos idiomas hablaba el Papa Juan
Pablo II?
Hablaba 6 muy bien pero luego como todos los eslavos tiene
esa facilidad tan grande, sobretodo él también tenía un buen oído, cantaba muy
bien, había sido actor. Tenía esa facilidad grandísima de poder por ejemplo, en
Japón él no hablaba japonés pero las misas las celebraba en japonés porque
había estado ensayando con un monseñor japonés e inmediatamente cogía el tono,
pronunciaba como debía… y ha podido, menos el Húngaro y el Finlandés, que allí
en Corea hablaba muy poquito en coreano pero en seguida pasaba un intérprete a
seguir el discurso, pero por lo general en todos los países yo creo que el
español lo aprendió muy bien, el italiano lo hablaba perfectamente, el ruso
también lo hablaba y lo entendía… era un hombre que tenía una facilidad para
los idiomas. No sé si 8, 7, 6,… es que donde íbamos si no hablaba todo el
idioma sí que hacía trozos en ese idioma y decían que lo hablaba muy bien y que
se le entendía perfectamente.
12. ¿Qué recuerdas del viaje a Cuba, era
el primer papa que visitó ese país?
Lo de Cuba fue ese impacto de Fidel que estaba
entusiasmado con el papa y yo creo que fue importantísimo porque como dijo el
papa al marcharse que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba en la
realidades después del viaje al papa pues se ha abierto, no digo muchísimo,
pero bastante esperanzador todo. Ha empezado a celebrarse la navidad y ahora si
ya se celebra el viernes santo y pueden vivir y permanecer religiosos:
sacerdotes y monjas. Se ha abierto y Fidel se despidió del papa diciéndole
gracias por lo que ha dicho y que compartimos y gracias por la misión que
podemos no compartir.
13. ¿Hubo algún país que el papa pudo
visitar y no lo consiguió?
Yo supongo que él tiene
una gran ilusión por ir a Rusia y ha dicho todo lo posible por ir, tanto Juan
Pablo II, Benedicto no, pero hubiera ido. Mientras el patriarca ortodoxo no lo
invite el papa no irá a Rusia pero yo creo que es el gran deseo de los papas.
También China, la cortina de Bambú ya está más difícil todavía que la rusa.
14. Aunque el pontificado de Juan XXIII no
lo conoció tan directamente puede contarnos alguna anécdota de él?
Juan XXIII yo no sé
anécdotas así, pues es más bonito lo que aquella vez que está mirando la luna
de noche, el concilio lleno de gente y el papa mira esa noche tan bonita
iluminada por la luna y dice: “ahora cuando volváis a casa en esta noche tan
bonita haced una caricia a vuestros hijos y le decís que es la caricia del
papa”. Es una anécdota que todos conocemos pero que da la idea de la ternura de
Juan XXIII, de la cercanía y por ejemplo, cuando los gondoleros, sus queridos
gondoleros venecianos le llevan a Roma, porque él era patriarca de Venecia, un
nacimiento de cristal de murano que se lo regalan al papa, ese nacimiento es
para el Papa Juan XXIII era un cariño enorme el que le tenía tanto que colocó
ese nacimiento en el palacio apostólico en su capilla creo que lo tenía y le
recordaba a su Venecia. Era muy entrañable con su familia, con sus hermanos,
siempre recordaba a sus hermanos, a esa vida campesina de gente pobre pero que
tanto le ayudaron para la fe y para todo porque tenía unos principios su madre
que le forjaron a él desde niño.
15. ¿Y de Juan Pablo II nos podría contar
una anécdota que ocurrió en España?
Recibí una carta el día
antes de embarcarme en el avión papal de una chica de Salamanca en la que decía
que si yo le podía echar una mano para ver cómo le podía entregar la capa de
tuno de su hermano Víctor que había muerto y que habían encontrado un papel en
el que le decía a su madre que por favor se la dieran al papa de regalo, porque
cuando el papa viniera a España ya él no estaría, ya habría muerto. Yo esa
carta se la entregué al papa en el viaje y cuál fue mi sorpresa cuando en Alba
de Tormes vi a una señora de luto, con mantilla y que llevaba en la mano una
capa de tuno. Luego me llamó una hermana diciéndome que le habían avisado para
que fuera la propia madre de Víctor la que entregara la capa, porque se ve que
el papa había leído la carta, le había emocionado y había pedido que fuera la
propia madre la que entregara la capa de su hijo y la recibió en Alba de Tormes
mientras la tuna de medicina de Salamanca tocaba clavelitos que era la canción
que más le gustaba a Víctor.
16. ¿Qué recuerdas del atentado al Papa
Juan Pablo II aquel 13 de mayo?
Yo recuerdo cuando oímos los tiros que al principio no
pensábamos nada más que fueran unos lobos que llevaban algunos críos y cuando
se oyó la voz que anunciaba en la plaza terrorismo entra en la Ciudad del
Vaticano, han disparado al Papa. Mucha gente se puso a llorar, otros comenzaron
a rezar, a pedirle a la Virgen que no muriera. Un sacerdote polaco subió una
imagen de la Virgen de Chestocova, la colocó sobre el sillón donde iba a estar
sentado el papa y empezaron todos a rezar y la gente que iba llegando para dar
noticias y nos daban noticias en la sala de prensa de que el papa está
gravísimo que siguiéramos rezando, están interviniendo en la sala de
operaciones, está muy grave. Detuvieron al Ali Agca que dijo: “yo sé matar y he
tirado para matar, ¿quién es esa Fátima?” porque él oía la Virgen de Fátima y
el nombre de Fátima para un musulmán le puede recordar a la hija del profeta,
es un nombre de mujer. Él no entendía cómo es posible que no le hubiera matado.
17. Como has hablado de que el pontificado
de Juan Pablo II estaba muy dedicado a los jóvenes, creó las jornadas de la
Juventud, y esta entrevista es para la revista alegraos que la dirigen los
jóvenes de Católicos en Acción, queríamos preguntarte que sintetizaras el
mensaje de Juan Pablo II a los jóvenes y que sirva también de mensaje para
todos los que escuchen o lean esta entrevista.
Cristo tuvo cariño por los jóvenes y creyó en los
jóvenes, Juan Pablo II dijo siempre: “yo espero tanto de los jóvenes y el papa
os quiere tanto. Sois los heraldos del tercer milenio, los constructores de la
civilización del amor. No tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo”. En estas
tres frases se puede resumir y luego también la frase que dijo a los jóvenes en
Cuatro Vientos, “se puede ser joven y seguir a Cristo, las ideas no se imponen,
se proponen”. Se puede ser joven y seguir a Cristo, no tengáis miedo a un mundo
que tiene mucho miedo porque para no tenerlo tenéis que abrir las puertas a
Cristo. Las puertas y el corazón.
18. El 1 de mayo de 2011 el Papa Benedicto
beatificó al papa Juan Pablo II y viviremos el 27 de abril, D.m., la canonización,
va a ser un día histórico.
Yo creo que sí, será un
día multitudinario porque se anuncian millones de personas que no van a caber
en la Plaza de San Pedro pero habrá pantallas y lugares donde se reúnan porque
desde luego el momento en el que veamos que el Papa Francisco pronuncia la
fórmula de la canonización es un aplauso y una alegría. Yo creo que estará
Benedicto también en la ceremonia porque Benedicto XVI le beatificó, fue la
persona más cercana donde se apoyó siempre Juan Pablo II, le pidió varias veces
dejar y volver a su patria, a Alemania con su hermano y el papa le pedía que
siguiera porque le necesitaba y Benedicto siempre como ha dicho “yo al servicio
y en obediencia a la Iglesia y al Papa”.
19. Simplemente si nos puedes hacer un
resumen de las virtudes, de la devoción del papa a la Virgen…
Yo creo que era un hombre
de oración, un místico, una persona que tenía un diálogo constante con Dios y
sobre todo que se apoyaba en la Virgen con una confianza, con un amor materno
porque él necesitaba a su madre como todos. A él le faltó su madre desde joven
y encontró a la Virgen. Luego también en la Divina Misericordia, en la
Misericordia del Señor y que él pone la festividad de la Divina Misericordia.
Ahí está esa capacidad de rezar, que es el diálogo constante con Dios. Cuando
al papa le presentaban un problema gordo que era difícil de resolver decía “hay
que rezar más. Vamos a rezar más todavía, vamos a pedírselo al Señor”. Esa
unión, ese diálogo con Dios, con la Virgen.
20. El día del papa empezaba así, rezando
Sí. Yo creo que todos los
papas empiezan rezando.
21. Y durante el día era un día atareado
como siguen teniendo también los últimos papas.
Era un jefe de estado, era
un líder religioso. Había muchos problemas en su mesa, lo que pasa es que
muchos de los problemas los comenzaba pidiendo la ayuda al Señor a resolverlos,
porque claro, un jefe de estado y además un líder religioso de 1100 millones de
personas de 5 continentes tiene siempre problemas gravísimos y gordísimos y él
los resolvía, sobretodo, pidiendo mucha ayuda al Señor.
Yo lo que veía en él era la capacidad tan grande de dialogar con Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario