nº 2, sección dirigida por Irene Martínez Carretero,
profesora
Claudia Koll, 40
años y una de las actrices italianas más famosas, acaba de pasar unos días en
Medjugorje. La Virgen
la invitó para una peregrinación en acción de gracias por su conversión radical
a Cristo: conversión espectacular que ha hecho reflexionar tanto a numerosos
jóvenes italianos como de otras nacionalidades.
A
pesar de que pertenece a una familia creyente, cinco años atrás, Claudia era
“atea”. Su nacimiento fue de alto riesgo, por lo que su madre la consagró de
inmediato a la Virgen
del Rosario. A muy temprana edad fue confiada al cuidado de su abuelita ciega,
quien se encargó de su educación. Claudia aprendió a percibir la cercanía de la Virgen y a rezarle. Pero
los espejismos del mundo, el éxito, el dinero abundante y fácil la atraparon
rápidamente, y la indujeron por vías que ella hoy lamenta.
De repente,
Claudia comenzó a llorar copiosamente: Jesús estaba realmente allí; ella lo
comprendía desde lo profundo de su corazón, describirá luego esta revelación
como “fulgurante”, Jesús le señalaba todo su pecado y al mismo tiempo le
manifestaba el amor que Él le profesaba! Cuando Claudia salió de la iglesia era
otra, no era la misma que cuando entró.
A la luz de la infinita misericordia de Cristo, que se convirtió en su gran Amigo, realizó una revisión de su vida punto por punto. Canceló de inmediato sus contratos de filmación de películas que antes no la inquietaban en absoluto, pero que ahora veía eran perversas y dañaban a los hijos de Dios. ¡Basta de pornografía! ¡Basta de ser un instrumento que inyecta esas perversiones sutiles por medio de la imagen y que arrastra a millones a la hecatombe! ¡Basta de ser el juguete de Satanás! ¡Cine, televisión, shows, espectáculos de baja calaña, todo eso fue barrido de un saque!
Claudia se
impuso como regla filmar sólo obras que edifiquen los corazones y los acerquen
a Dios. Su extremada belleza hizo que continuara filmando y su fama le sigue
abriendo aún muchas puertas. Esto le permite dar testimonio. Lo que le interesa
ahora es comunicar la belleza interior, la belleza del alma.
¡Renunció a poseer millones,
a una fortuna considerable! Su dinero, lo destina íntegramente a la familia
Salesiana instalada en África, a favor de los enfermos de SIDA y de los niños
abandonados a quienes apadrina.¡Desea ahora dar la vida, con Jesús y con María!
Afirma que es la Virgen
María quien la condujo a Jesús en la Eucaristía.
Claudia tiene gran
llegada entre los jóvenes, con quienes se lleva muy bien. ¿Cuál es su mensaje
para ellos, luego de su experiencia de haber errado lejos de Dios? –
“Ustedes no pueden vivir sin Dios! ¡No pueden vivir sin el amor de Dios! ¡Búsquenlo!
¡Ámenlo de todo corazón! ¡Les dará mucho más de lo que ustedes pueden darle!”
Claudia desea poder volver nuevamente a Medjugorje,
como simple peregrina. Oremos por todos los artistas! Para que se conviertan en
iconos de la belleza de Dios en nuestro mundo afeado por el Mal!
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