Nº 5 por Irene Martínez, maestra.
LA SOBRIEDAD
La sobriedad es la virtud que nos permite distinguir entre lo que es razonable y lo que es inmoderado, y nos enseña a utilizar los cinco sentidos, el tiempo, el dinero y el esfuerzo de acuerdo a criterios rectos y verdaderos.
Hoy en día vivimos en una sociedad que nos ayuda a convertir el capricho en necesidad. Los niños se afanan por tener más cosas y una vez conseguidas las abandonan. Esto es debido a que muchas veces no saben lo que quieren y las buscan influidos por la publicidad o las modas.
Por ello, debemos enseñar a nuestros alumnos e hijos a no dejarse llevar por los caprichos, aprendiendo a valorar las cosas que tienen. Es importante que experimenten lo que cuesta conseguir las cosas, el esfuerzo necesario para obtenerlas. Solamente así aprenderán a valorarlas y sabrán esperar.
La sociedad actual nos hace vivir a un ritmo en el que muchos casos nos falta tiempo para nuestros hijos. No debemos intentar suplir esa falta de tiempo con regalos o cosas materiales porque les estaremos educando en el capricho y en la falta de sobriedad. Esto hace que a las personas les cueste decir no a las cosas o a situaciones que les resultan atractivas o motivadoras, pero que, no les convienen. Es decir, si educamos a una persona en el capricho la estamos haciendo incapaz para utilizar su libertad, para no tener dominio de sí mismo, para no manejar situaciones difíciles en el terreno de los sentimientos. En definitiva, son personas menos fieles que aquellos que poseen un dominio mayor sobre ellos mismos. Son menos capaces de amar, porque el amor exige, en muchas ocasiones, sacrificio. Al no haber sido educados en el esfuerzo, esta exigencia personal se hace muy difícil.
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