Los evangelios hablan de magos, en nunguna parte se indican sus nombre, ni que fueran reyes, ni que fueran tres, número que posiblemente se deba a la cantidad de obsequios ofrecidos. En efecto, el evangelio según San Mateo que nos relata este suceso menciona tres regalos: oro (que se atribuye a Melchor), incienso (que se relaciona a Gaspar) y mirra (que según la tradición fue entregado por Baltasar).
Respecto a su procedencia existen diferentes creencias que se basan en distintos argumentos importantes pero ninguno concluyente. Para algunos los reyes serían de origen persa, se basan pues en la etimología de la palabra "magos" que tendría su significado originario en la casta sacerdotal de aquel país. Otros, tomando lo dicho en el evangelio apócrifo del Pseudo Tomás dicen que serían provenientes de Persia, Babilonia y Asia.

Una de las opiniones más aceptadas es la que los considera venidos de los tres continentes conocidos entonces: Europa, Asia y África. Esta tradición concuerda más con el carácter universal de la salvación traída por Jesús y del anuncio evangélico. Así pues, los magos serían vistos como los representantes de las religiones paganas y como las primicias de las naciones que aceptarán la salvación traída por Jesús. Una creencia popular es también la que se sustenta en las palabras del salmo 72,10 (que los reyes de Tarsis y de las Islas le paguen tributo) que sitúa a los magos como provenientes de Tartesos (España); o bien de Arabia a Melchor, de Tarsis a Gaspar y de Sabia a Baltasar.
El título de magos no hace necesaria referencia a que hicieran magia realmente. Como fue dicho, etimológicamente se relacionaba con una casta sacerdotal de Persia; sin embargo, en el griego de la época de Jesús podría haber señalado más a unos sabios, con lo que se explicaría su conocimiento de astronomía.
Con la llegada a Belén y al pesebre para adorar al Niño, se realiza la epifanía, mostración del Señor como Dios y Mesías Salvador. Dios se muestra humilde en un pesebre como el Salvador del género humano y como el realizador de todas las aspiraciones de los hombres y de los pueblos. Así pues, los reyes les ofrecen sus dones que simbolizan la realeza, pero es una realiza celestial que supera las realezas de este mundo y por eso se postran ante el Rey del Universo; incienso que es el perfume ofrecido a Dios pues le reconocen como tal; y mirra, como signo del sacrificio que había de ofrecer, ya que se utilizaba para preparación de los cadáveres, manifiesta pues las verdad de la humanidad de Jesús.
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